Para A. M. R.: no puedo
tomar tu mano, pero te presto mis alas. A mí me han llevado a lugares
insospechados. Déjate sorprender.
Por ahí asoma el futuro |
Te
he comentado otras veces que he pasado media vida (quizá las tres cuartas
partes) despidiéndome. A veces de casas, otras de países, muchas de ciudades,
siempre de personas. Estas últimas son lo más difícil de dejar atrás.
Amamos
nuestras casas y nuestros bienes, pero si las circunstancias nos obligan a
dejarlos atrás, lo hacemos con una cierta facilidad. En cambio los seres
queridos... ¡esa es otra historia! Partir y no llevar contigo a los padres, los
hermanos, ese amigo con el que hemos vivido tantas cosas, nos rompe el corazón
y nos deja un dolor que el tiempo llega a suavizar, pero no cura del todo. Las
personas con las que hemos compartido nuestra vida son como el hierro de marcar
reses: dejan una huella indeleble.
Alas: un apéndice muy útil |
¿Te
ha sonado muy melancólico? Pues no te dejes engañar. Un día descubrirás que el
verdadero legado de las personas que encontramos en nuestro camino es
intangible. Nos dejan recuerdos, generalmente buenos, que se quedarán con
nosotros para siempre. Los malos simplemente se diluyen en el tiempo, porque,
por alguna razón que se me escapa, las remembranzas penosas no suelen ser
eternas. En cambio el amor que hemos recibido permanece a nuestro lado, como
una segunda piel, protegiéndonos en los momentos de tristeza y guiándonos cuando
estamos perdidos. El roce de una mano es más poderoso que la presencia de quien
da la caricia.
En
cuanto al resto, también de esto hemos hablado ¿recuerdas? El final de una
etapa es solo el principio de otra. No dejes que la tristeza por lo que queda
en el pasado rebaje tu fe en el futuro. En realidad es bueno viajar con poco
equipaje y es preferible que tu mochila esté cargada de sensaciones, porque si
la cargas de objetos solo servirá como lastre. De hecho yo te diría que no
cargues siquiera con el macuto: así te encajarán mejor las alas.
Ahora
que la puerta se ha abierto, que has dado el difícil primer paso, recuerda no
mirar lo que has dejado a tu espalda. Podría ser que te pareciese más bello de
lo que realmente es, por efecto del contraluz. Recuerda que si has decidido
moverte es porque te hartaste de seguir parada.
Quieres
viajar y ahora empiezas con el primero de tus viajes. Será corto en distancia,
pero el más importante, porque acabas de empezar la jornada hacia el resto de
tu vida y porque la comienzas con una hoja de ruta clara: sabes dónde quieres
llegar y como arribar al lugar que sueñas.
No
puedo predecir el futuro, así que no puedo decirte si las metas que te has
propuesto serán exactamente las que alcances, mas estoy segura de que obtendrás
lo que mereces. Y yo que te conozco, sé que mereces cosas muy buenas.
Algún
día, dentro de muchos años, te descubrirás mirando a tu alrededor y viendo todo
lo logrado. Ese día sabrás que hiciste lo que debías. Quien lucha por sí mismo,
siempre hace lo correcto.
Y
si encuentras alguna piedra en el camino y notas que te fallan las fuerzas para
apartarla... solo tienes que silbar.
Fotos:
http://poesiasparaelrecreo.blogspot.com/http://pampliega.webcindario.com
http://fondos-de-pantalla-gratis.com
Cuántas verdades y qué bella forma de expresarlas, Amparo. Nunca me escribieron esta carta cuando la necesité, así que con tu permiso también la voy a hacer un poco mía, o para mí, para leerla cada vez que encuentre una piedra en el camino y me fallen las fuerzas.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Amparo, ya me has hecho llorar de nuevo, y esta vez me ha costado menos de lo habitual porque estoy muy llorona, pero eso no quita mérito a tu hermoso relato, siempre lleno de sabios mensajes y bellos sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Violeta
En primer lugar no me ha gustado que copies imágenes sin identificar al autor.
ResponderEliminarEn segundo lugar, la fotografía de los pies junto a las manos, en la arena de la playa, pertenece a uno de mis hijos con ocho años, y te aseguro que no había bebido más que agua.
Por último es la imagen de un juego infantil que me trae buenos recuerdos, por lo que te agradeceré que suprimas comentarios personales ofensivos para quien dejó esa huella y para quien tomó la fotografía.
Por si tienes alguna duda de quien es el autor, te adjunto el enlace con la fotografía original.
http://pampliega.webcindario.com/GFoto%2013.jpg
Gracias por hacer las cosas bien.
Germán Lafont
Hola, German.
ResponderEliminarLamento que te hayas sentido ofendido por el comentario, que no tiene más intención que la jocosa, ni nada que ver con el momento en que se hizo la foto (preciosa, ciertamente), puesto que yo no estaba ahí en esa ocuasión.
En cuanto al enlace aparece donde siempre ha estado, al pie del texto.
Tengo la costumbre de poner siempre la fuente desde la que obtengo las fotos.
De todas formas, siguiendo tu deseo, la retiraré ahora mismo de la entrada.
Un saludo.
Amparo