domingo, 6 de mayo de 2012

Hay festividades que se consideran inventos modernos, creados por los comerciantes para vender sus productos y esta es una de ellas. Como en otros casos, tampoco en este es cierto.
Rea, entregando una piedra a Cronos
para que fuera devorada, salvando
así a Zeus.
Los griegos ya celebraban el día de la madre para conmemorar a Rea, madre de los dioses más importantes y en toda Asia Menor se celebraban ceremonias para adorar a la madre en la persona de Cibeles, la Gran Madre. Los romanos, que tomaron tantas manifestaciones culturales de los griegos, adoptaron también esta: todos los días 15 de marzo se iban al templo de Cibeles y le realizaban ofrendas. Después vino la cristianización de la fiesta,  se cambió a Cibeles por la Virgen María, la pasaron al 8 de diciembre y se continuó festejando a las madres (en Panamá aún se celebra en ese día). De regalar a una madre sagrada se pasó a hacer lo propio con las madres profanas, que al fin y al cabo resultaban más cercanas y, tras un par de “paseos” por el calendario, la fiesta vino a parar en el primer domingo de mayo, fecha en que se celebra en España, Portugal y algún país más.

Julia Ward Howe
El concepto actual de este día lo debemos a Julia Ward Howe (1819-1910), neoyorkina, abolicionista y activista en la lucha por los derechos de las mujeres. Esta mujer, que se enfrentó a su marido, estudió filosofía e idiomas, escribió poesía y prosa y fue la primera mujer elegida para la Academia de las Artes y las Letras en EEUU,  escribió (en 1870) la “Proclama del día de las madres”, un poema que empezaba diciendo: ¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas!

En 1914 el Congreso de EEUU aprobó una resolución, firmada por el presidente W. Wilson, que establecía la celebración del día de la madre en el segundo domingo de mayo de cada año, fecha en que se sigue celebrando en varios países, Alemania entre ellos.

Isis, dando de
mamar a Horus
Es innegable que este día ha degenerado, como tantas otras celebraciones, en uno de gastos y regalos, pero no deja de tener su atractivo el hecho en sí de que haya un momento especial para festejar a las madres y lo que hacen por sus hijos. Si los niños son el futuro, sus madres son las que les cuidan, educan y sitúan en el camino a seguir, así que reconocer esta labor es de justicia.

Yo no celebro ya el día de la madre porque hace tres años que murió  la mía y no he educado a mis hijos en la idea de que haya que agasajarme de ningún modo, pero me gustaría hacer una excepción esta vez y felicitar a todas las madres (las del presente, del pasado y del futuro) por la tarea que realizan. Algunas lo merecen más que otras, pero no vamos ahora a discutir sobre ello. Son mayoría las que han luchado por sus hijos, por su felicidad, aún a costa de la propia; las que trabajaron y trabajan para hacer verdad ese proverbio que dice que "Dios creo a las madres, porque Él no puede estar en todas partes". Y eso, bien se merece un agradecimiento.

5 comentarios:

  1. Hace unos días me preguntó mi madre qué le iba a regalar por el Día de la Madre. Yo nunca le regalo nada, así que le pregunté a su vez: "¿Y tú a mí? ¿Qué me vas a regalar?".

    Me dijo que no me tenía que regalar nada, que era yo quien tenía que hacerlo porque era el Día de la Madre. Yo le contesté que ella no sería mi madre si yo no fuera su hijo, así que teníamos que ir a medias con los regalos.

    Sí, sí, ya sé que mi justificación para no regalarle nada lo único que demuestra es que tengo muy poca vergüenza. Pero, oye, a lo mejor también tengo algo de razón.

    En el Día de la Madre las protagonistas son las mamás, está claro, pero también sus hijos. En realidad es la relación madre-hijo la protagonista, pues ni las madres son madres sin hijos, ni los hijos son hijos sin madre. Eso es lo se celebra, que aún sigamos juntos. Lo que yo decía, que hay que ir a medias con los regalos.

    Así que ¡felicidades para ti y tus niños, Amparo...!

    ... y también para mí que, aunque no sea tu hijo, también tengo que celebrar que sigamos juntos ;)

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  2. Pues aunque no seas mi hijo, te contesto como si lo fueses: realmente ¡tienes muy poca vergüenza!
    Tu madre no lo es por tenerte a ti: lo es por lo que te ha dado desde que naciste. No es el hecho de parir lo que hace a una madre. El mundo está lleno de mamás que nunca llevaron a sus hijos en su vientre, como lo está de señoras que han echado hijos al mundo, pero no son madres.
    Ser hijo es fácil, porque es un estátus regalado. Ser madre es dificilísimo, porque hay que merecerlo.
    No felicites a tu madre si no quieres hacerlo, pero dale las gracias, no por ser madre, sino por haber ejercido de ello y hacerlo así de bien.

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    1. No está bien hablar mal de las madres. Digamos tan sólo que no siempre las generalizaciones son justas.

      En cualquier caso, aun cuando no encontrásemos nada que agradecerles, todavía les deberíamos a nuestras madres la vida. ¡Qué no es poco!

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  3. Lo que sea, ¡felicidades, mamuchi adoptiva! Te loviu mil <3

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  4. A pesar de las diferencias en la Fecha del Día de la Madre, en todos los lugares el objetivo de dedicar un día a todas aquellas mujeres que han sido madres es el mismo, aunque también expresado de maneras diferentes según la cultura a la que uno pertenezca.

    En Italia, por ejemplo, es el segundo domingo de mayo y en Argentina, el tercer domingo de octubre.

    Quisiera recordar a las Madres de Plaza de Mayo, un grupo pequeño de mujeres que por amor a sus hijos "desaparecidos" desafió al Poder, y con el objeto de reconocerse, comenzaron a usar un pañuelo blanco en la cabeza que se convirtió en su símbolo.

    Gracias, Amparo, y ¡Feliz Día!

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