viernes, 21 de marzo de 2014

21/3. Día Mundial del Síndrome de Down


21/3.
El cromosoma 21 tiene 3 "inquilinos" en lugar de dos y la persona con esa característica presenta ojos rasgados, aunque no haya nacido en china. Los cromosomas son unos bromistas.

Lo malo es que sus bromas son a veces de mal gusto, porque lo que además estas personas también tienen es una tendencia a padecer cáncer o alzheimer más frecuentemente que el resto de la población. Afortunadamente, una tendencia no es una condena, así que no vayamos a asustarnos antes de tiempo. 
Lo que sí es casi inevitable es que tengan un bajo tono muscular, dificultades en la visión o cierta predisposición a la obesidad, así como problemas óseos o de tiroides, ente otros. Por este motivo este año el lema del Día Internacional del Síndrome de Down es "Salud y bienestar: acceso e igualdad para todos".

Todos sabemos ya que las personas Down pueden llevar una vida igual a la del resto de la población: estudiar, trabajar, casarse, vivir, en suma, de una manera independiente y perfectamente integrada en la sociedad. Lo que no saben tantos es lo mucho que cuesta llegar a esa meta.
En este caso no me refiero solo al coste en cuanto a esfuerzo mental o físico, sino al económico. Logopedia, ergoterapia, gimnasia terapéutica, medicación, gafas... la lista es casi interminable y, lamentablemente, ninguno de estos gastos suelen estar incluidos en los seguros médicos, ni siquiera en los países que más presumen de su excelente asistencia social.

La salud es nuestro bien más preciado y su falta impide la integración en la sociedad y la interacción con los otros miembros de la misma. Un adulto sano puede ir a trabajar para mantenerse y un niño sano aprende mejor en el colegio. Quitar o recortar el acceso a la misma es quitar o recortar las posibilidades de desarrollo del individuo y, con él, de toda la sociedad.
En este momento en que en nuestra sociedad restringe tantos derechos en aras de una "recuperación económica" teórica, no podemos olvidar que solo un pueblo sano podrá sacar la economía a flote: los enfermos no pueden ir a trabajar. 
Es imprescindible desarrollar una medicina preventiva y atender, al mismo tiempo, a quienes lo necesiten, para asegurar su recuperación e integración en la vida cotidiana.

Desde aquí me uno al lema de este año y pido a quienes tengan el poder de decidir sobre ello que no lo olviden. Las personas con Síndrome de Down, sus familiares y amigos, queremos Salud y bienestar: acceso e igualdad para todos.


1 comentario:

  1. La igualdad para todos empieza por reconocer que todos somos diferentes. Cuando de lo primero que se prescinde en aras al ahorro económico es precisamente de aquello que permite que los que no son "iguales" (sc. "estándares", "normales"...) puedan vivir sin ser excluidos de la sociedad, sin duda esa sociedad de "iguales" es una sociedad injusta. Para que pueda haber justicia se tiene que reconocer que todos somos iguales, es decir, que todos somos diferentes, y que nuestras necesidades básicas, sanitarias o de otro tipo, también lo son.

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