jueves, 18 de agosto de 2011

De horóscopos y futuros inciertos



Haciendo un paseo virtual encontré una página de esas que te leen el futuro y se me ha ocurrido consultar mi horóscopo y el tarot. Ha sido muy interesante.
He descubierto que una conjunción entre Júpiter y Saturno hace que mis asuntos económicos se retrasen, aunque tendré mucha suerte en los juegos de azar. Al mismo tiempo pasaré por una temporada de felicidad absoluta en el terreno amoroso, si bien mi pareja me defraudará un poco.
No he entendido nada, por supuesto. A no ser que lo interprete como que me va a tocar la lotería, pero no podré cobrarla hasta dentro de un par de años y que mi marido me desilusionará, pero será un desengaño que me hará feliz.
Desde que el ser humano empezó a observar que "ahora" venía seguido de "después" empezó a sentirse inseguro. La incertidumbre es mala compañera de viaje y el pensamiento de que no somos tan dueños de nuestra vida como creemos llevó a esos primeros hombres a buscar métodos con que crear la ilusión de ser los directores de su existencia.
Eso es obvio, pero ¿por qué el hombre actual sigue buscando la ayuda de predicciones? Si realizásemos encuestas al respecto seguro que el resultado sería algo así como que "el noventa y cinco por ciento de las personas encuestadas afirma no creer en la adivinación. El noventa y nueve por ciento ha consultado alguna vez su horóscopo." ¡Y eso en un mundo que se suele considerar moderno y progresista!
Tiendo a pensar que el hombre actual no es más que un neandertal un poco más alto y mejor depilado. En realidad estoy convencida de que la civilización no ha avanzado nada desde que los homo comenzaron a andar erguidos, usar fuego y fabricar sus primeras armas.
Algunas cosas, incluso, parecen haber dado un paso atrás: Tenemos más conocimientos, pero no más sabiduría; nos desplazamos con mayor rapidez, pero no llegamos mucho más lejos; enterramos a los dioses, pero buscamos otros objetos a los que adorar. Y seguimos teniendo miedo al futuro y una imperiosa necesidad de saber qué nos deparara el mañana.
De momento, yo ya he mirado mi horóscopo para hoy. Si me toca el reintegro en algún juego de azar pensaré que mi horóscopo tenía razón al decir que mi economía mejorará. Y, si no me toca, pensaré que el tarot ha sido infalible, puesto que aún no he logrado sanear mi bolsillo, pero ya llegará el momento ¡lo han dicho las cartas! De una u otra forma tendré que dar la razón a las mancias, aunque no creo en ellas.
Me voy, que tengo que consultar a las runas si debo o no publicar este texto.

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