martes, 6 de enero de 2015

El cine y yo I - Excalibur

Al saber hace unos días que este año se cumplen los 120 del cine, pensé que sería una buena ocasión para rendir homenaje a este arte y agradecerle públicamente todo cuanto he sentido, vivido y aprendido gracias a él.
No entra en mis planes hacer una historia del cine, que de eso se encargan otros más sabios que yo, solo hablar de las películas que más me han gustado o, simplemente, impactado, para bien o para mal.



Empiezo la tarea con la que gusto de calificar como "mi película favorita". Tal vez no sea lo mejor que se ha hecho en el cine, pero hay razones para haberme enamorado de ella desde que la vi por primera vez y para seguir viéndola con periodicidad. Me refiero a Excalibur, película dirigida por John Boorman y estrenada en 1981.


En primer lugar debo decir que el rey Arturo era mi héroe de infancia y juventud. Leía cuanto encontraba referido al rey, sus caballeros, Camelot y todo lo que aparezca en la leyenda artúrica. Estaba enamorada del rey y soñaba con el día de su regreso desde Avalon.
Un buen día cayó en mis manos La muerte de Arturo, de Sir Thomas Malory y ese libro marcó definitivamente mi relación con la familia Pendragon: me pareció tan verídico que hasta empecé a pensar en la posibilidad del regreso de mi amado héroe como en algo factible y ¡con suerte! inmediato.
Vi otras películas relacionadas con la leyenda pero todas eran aventuras entretenidas que, tomando a Camelot y sus habitantes como "base de operaciones", contaban historias de amor y valentía en las que aparecían caballeros, pero no eran los míos.

Cuando llegué al cine no tenía muchas esperanzas. Pensaba que sería una más. Luego la sala quedó a oscuras y empezaron a vislumbrarse unas estrellas al tiempo que el aire se llenaba con las notas del "Funeral de Sigfrido" de Wagner.
Al ritmo de la música surgía, de la pantalla oscura, una serie de frases: The dark ages. The land was divided and without a king.
Out of those lost centuries rose a legend... of the sourcerer, Merlin, of the coming of a king of the sword of power... Excalibur.
(La época oscura. La tierra estaba dividida y sin rey. De estos siglos perdidos surgió una leyenda... del mago, Merlín, de la llegada de un rey, de la espada de poder... Excalibur.)

Creo que fue en ese momento cuando aprete las manos sobre los brazos de la butaca en que me sentaba. No recuerdo haberlos relajado ni un momento mientras la película aparecía ante mis ojos.
¡Ese era Arturo! Ese era el rey del que me contó Sir T. Malory. 

Como toda adaptación cinematográfica, no era el reflejo exacto del libro, pero había logrado sacar su esencia y mostrarla en la pantalla. Además lo hacía con una banda sonora impresionante y una fotografía (de Alex Thomson) maravillosa.
Por si esto fuera poco contó con un reparto de altura, entre los que se encuentran algunos de mis "Grandes del cine", empezando por el rey Uther Pendragon, padre de Arturo, interpretado por un atractivo Gabriel Byrne y continuando con la entonces jovencísima y siempre bella Helen Mirren (Morgana).
A la cabeza del reparto, Nigel Terry (Arturo) y un increible Nicol Williamson (Merlín), seguidos por Liam Neeson (Gawain), Nicholas Clay (Lancelot) o el entonces casi desconocido Patrick Stewart (Leondegrance) junto a muchos otros, menos conocidos para mí, pero espléndidos en sus papeles.
Mención especial a Ciarán Hinds, actor irlandés cuyo nombre no dirá nada al gran público hasta que explique que es quien años después daría vida a Aberfooth Dumbledore, hermano del Director de Hogwarts, en Harry Potter - Las reliquias de la muerte I y II.

Helen Mirren - Morgana
Bella y cruel
La historia se cuenta situando la acción en un tiempo indeterminado (The Dark Ages), lo que permite hacer la vista gorda sobre las armaduras plateadas de los caballeros, algo que no existió en el momento histórico de la leyenda. Tampoco menciona Inglaterra o Bretaña, que a lo largo de la película solo es denominada "The Land".
Un cambio interesante es el que hace en la personalidad de Morgana, mucho más cruel y sedienta por dominar la magia a cualquier precio, de lo que que es su personaje en la novela.

Estos cambios y algún otro, proporcionan a la película un ambiente de cuento de hadas, de leyenda, propio de las cintas de fantasía que hoy tan populares son.
Si en estos años podemos considerar a la trilogía El Señor de los Anillos como la cúspide del cine fantástico, Excalibur reinó sobre este género desde el momento de su aparición hasta ahora mismo.

Mentor, protector, educador del rey:
Merlin
Hago aquí un inciso para confesarme entusiasta de la obra de Tolkien y de las adaptaciones de Peter Jackson, pero sigo considerando a Excalibur la mejor de todas ellas en cuanto a calidad cinematográfica. No hay una sola escena en esas seis películas que me ponga los vellos de punta como lo consigue el momento en que Uther galopa sobre el aliento del dragón para ir a conquistar a Igraine o  cuando Arturo parte en busca de Lancelot y Ginebra y, al encontrarlos, clava su espada en el suelo entre los dos cuerpos, dormidos y desnudos, condenando al reino y a sí mismo a la miseria y la enfermedad.

La banda sonora de la película cuenta con fragmentos de El ocaso de los dioses, Parsifal, Tristan e Isolda, El anillo de los Nibelungos  (todas ellas de Wagner), además de pasajes de Carmina Burana, de Carl Orff, que desde entonces sería mucho más escuchada y conocida.
El compositor Trevor Jones fue el creador de la música, además de adaptar las obras mencionadas y Alex Thomson fue nominado a los Oscar por la fotografía.
Se rodó casi integramente en Irlanda, en paisajes muy bellos como el lago Tay, la cascada Powerscourt o el castillo de Cahir.

Esta película es recomendable sobre todo para amantes de la fantasía. La considero soberbia en todo: vestuario, música, escenas impresionantes, imágenes propias de un sueño...


Mi unica advertencia para quienes deseen verla es que quizá deberían de abstenerse las personas muy sensibles, porque debo decir que las escenas son en ocasiones violenas  y muy, pero que muy sangrientas. 


Arturo y Mordred se dan muerte mútuamente.
El sol rojo parece un halo que santifica al rey, mientras el malvado
muere en el suelo. Fotografía impresionante y alegórica.




1 comentario:

  1. Loas a este artículo, y larga vida al glorioso Arthur !!!! La mejor película que ví en mi vida lejos !

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